Lo último que se recicla, lo que nadie quiere tocar, lo que despide olores desagradables. Los residuos orgánicos son habitualmente los que menos se recuperan en hogares e instituciones. ¿Puede eso cambiar?
Incorporar restos de alimentos al reciclado siempre es un desafío. La manera más difundida para hacerlo es el compostaje. Se llama así al proceso a través del que se produce el compost.
El compost es el producto que se obtiene de compuestos que formaron parte de seres vivos en un conjunto de productos de origen animal y vegetal. Se logra cuando se produce un “grado medio” de descomposición de la materia orgánica que es en sí un magnífico abono orgánico para la tierra.
Sin embargo, llevar adelante este proceso requiere crear un contenedor cerrado, llamado compostera; colocar tierra en el fondo; agregar residuos orgánicos en él, día a día; removerlos y agregarles agua cada tanto; y rociarlo con cal para evitar los malos olores que produce la descomposición.
Si todo eso se logra, los residuos orgánicos se convierten en abono.
Pero el compostaje no es la única manera de reciclar los residuos orgánicos.
Los japoneses emplean un sistema de fermentación orgánica llamado bokashi que permite obtener fertilizante orgánico rápidamente y conservando mejor los nutrientes y la energía contenida en la materia orgánica.
Kit urbono
Existen varias técnicas caseras basadas en el bokashi, muchas de ellas se explican en páginas web especializadas como el blog http://bocashi.wordpress.com/.
Conscientes de las ventajas de la fermentación orgánica, Ariel Linkovsky y Darío Nem, dos emprendedores argentinos, diseñaron Urbono, un sistema de reciclado de residuos orgánicos caseros sencillo, rápido y accesible.
El secreto en la fermentación de desechos orgánicos que produce el sistema Urbono está en su producto Urvivo. Se trata de un compuesto orgánico que incluye desechos orgánicos del agro y las bacterias usadas en la fermentación del yogur y la cerveza: L. Casei y S.Cerevisiae, respectivamente.
La gente de Urbono vende un kit de reciclado casero y una solución para grandes generadores de residuos como edificios, empresas o barrios privados.
Pero no todo lo orgánico se puede fermentar. Los fabricantes de Urbono elaboraron una tabla que diferencia los residuos aptos para ser convertidos en abono de los que no lo son.
