Un proyecto de la Universidad de La Plata (UNLP) y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) busca resolver un gran desafío: ¿qué hacer con las pilas usadas?.
Los organismos desarrollaron la primera y -hasta hoy- única planta piloto para el tratamiento de estos residuos, con capacidad para reciclar hasta 80 kilos por mes, con el objetivo de recuperar los metales para su reutilización.
Al finalizar su vida útil, las pilas se convierten en residuos peligrosos: ocasionan graves daños a la salud y al medio ambiente si se las tira a la basura, por el contenido de los materiales químicos con los que son fabricadas.
Horacio Thomas, doctor en química a cargo de la Planta y director del laboratorio que funciona en Gonnet, a pocos minutos del centro de la capital provincial, explicó que «la planta fue concebida, diseñada e instalada con un método simple, económico y absolutamente sustentable». Agregó que lo que se desarrolla es un proceso que permite recuperar los metales presentes en las pilas agotadas para buscar un doble propósito: evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y recuperar los metales para su reutilización.
El primer paso es clasificar por tamaño de las pilas alcalinas agotadas: chicas (AAA), medianas (AA), grande (C) y más grandes (D). La planta no procesa pilas reciclables. Luego, a través de un método artesanal, se corta la carcasa de hierro que recubre a las pilas y, una vez abiertas, se recuperan los diferentes componentes: cobertura de acero, algo de papel, el barro interno (debido a que tiene una gran cantidad de carbón), y los metales que se reutilizan como el zinc y el manganeso.
Una vez separados, se tratan en una solución de ácido sulfúrico generada por un proceso biotecnológico. En la industria, el método de generación de ácido sulfúrico es contaminante. «Pero nosotros logramos obtenerlo utilizando unos biorreactores de producción biológica», aclaró Thomas. En términos sencillos, en un biorreactor crecen las bacterias mineras (Acidithitiobacillus Thiooxidans) que producen el medio ácido para extraer los metales de las pilas, proceso que se realiza en un segundo reactor tipo tanque agitado, llamado reactor de lixiviación. Luego ese producto obtenido se filtra y se pasa a un tercer reactor que es donde se realiza la separación y recuperación de los metales.
Estos materiales pueden ser reinsertados en la industria para su uso. Así se transforma un residuo tóxico en algo aprovechable.
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