Ver una película en la playa, en un parque o en medio de una montaña es posible: a través de una camioneta equipada con paneles solares en el techo, tras el atardecer, Solar cinema, lleva la experiencia del cine a los lugares inusuales del planeta. Además de los paneles, la camioneta blanca de Ecocinema carga una pantalla inflable, un equipo de sonido digital y un proyector. Todo funciona gracias a baterías alimentadas 100% con energía solar que pueden durar hasta diez horas.
El proyecto fue creado en 2006 por la cineasta holandesa Maureen Prins bajo el lema Brings Unseen Films to Unusual Places (Lleva películas poco vistas a lugares inusuales).
En 2012 la idea se expandió a Latinoamérica con la creación de la franquicia Ecocinema, que empezó en Uruguay y se extendió a Chile, Brasil, México y Ecuador.
Solar Cinema no sólo lleva películas a pueblos, plazas y desiertos, sino también un mensaje de sustentabilidad y conservacionismo: antes de cada proyección se pasan cortos sobre temáticas ecológicas y se dictan talleres y charlas acerca de cómo proteger el medioambiente.